Cuando Maider e Ibai me explicaron cómo iba a ser su boda, dijeron que iba a ser algo íntimo, con pocos invitados y no muy sobrecargada. Pero la boda… fue una boda con todo. Ya lo creo que lo tenía; un novio nervioso mientras se vestía, una novia que se retrasa en la peluquería y tiene que andar a toda prisa con fotógrafo ayudando con el vestido, la pequeña Keira con apenas dos años viendo cómo se casan sus papis, una ceremonia donde acabamos con una lágrima en los ojos, el cumpleaños de la abuela y unos invitados dándolo todo hasta el final ¿Véis como fue una boda con TODO? Al menos, con todo lo importante.
La boda de Maider y de Ibai pero que quiero hacer un poco mía, porque aquel día me llegaron al corazón tanto ellos como sus familias que me trataron como si fuera un invitado más, el familiar de Logroño con una cámara de fotos y es que lo llamamos fotografía de bodas pero siempre es mucho más, con historias así, mucho, mucho más.
Leave a reply